lunes, 28 de abril de 2008

A CERCA DE LA PUBLICACIÓN DEL TEST EN EL DIARIO "LA PRENSA"

Este es un artículo escrito por Fanklin Cepeda con respecto a la versión del test "¿Es un usted un buen riobambeño? que fue publicado en la revista del Diario "La Prensa " por el mes de abril.


¿Es usted un buen riobambeño?
Franklin Cepeda Astudillo


El texto en cuestión es un divertimento, un juego, un pasatiempo... y nada más que eso. No corresponden al original algunas palabras o frases deprecativas, o sencillamente de mal gusto.

Los diarios locales, con motivo del 21 de abril, editan revistas con información histórica, turística, cultural o publicitaria. Los Andes adelantó la circulación de la suya para el sábado 19 de abril, circunstancia que me resulta providencial pues me permite hacer algunas precisiones a propósito de la publicación de dos discordantes versiones de un “test” orientado, desde la jocosidad y la sátira, a “escrutar” niveles de “riobambeñidad”.
PRIMERA: El texto en cuestión, bien o mal, es un divertimento, un juego, un pasatiempo... y nada más que eso. Sus hacedores son Vilma Vargas Vallejo, artista, arquitecta y caricaturista y Franklin Cepeda Astudillo, autor de la presente nota: escritor, investigador y profesor universitario. Nuestra “musa inspiradora”, justo es reconocerlo, fue el “cholómetro”, similar divertimento de autores no identificados, cuya primera versión data de fines de los noventa.
SEGUNDA: La primigenia versión de nuestro cuestionario se extravió; la segunda fue reconstruida de memoria y la tercera es la que, con leves correcciones, se publicó en la revista de Los Andes que circuló el 19 de abril. Ésta es la que debe ser tenida como la menos espuria pues otras, las que se han publicado o circulado en internet, han sido objeto de modificaciones, añadidos o supresiones que no corresponden del todo a sus legítimos autores, tal el caso de la que se reproduce en la revista que editó el colega diario La Prensa el lunes 21 de abril, dos días después que la de Los Andes.
TERCERA: No corresponden al texto original algunas palabras o frases deprecativas, o sencillamente de mal gusto, como algunas de las incluidas en la versión publicada el 21; que quede claro, comenzando por el título (“¿Es usted un riobambeño de pura cepa?”), que me refiero a la versión y no al albedrío del editor; el original solamente dice: “¿Es usted un buen riobambeño?” pues siempre he cuestionado los localismos enfermizos, y, hasta donde recuerdo, tampoco sugerí un “criterio de evaluación”: la versión publicada el 18, la menos espuria como lo estoy demostrando, trae 47 preguntas y, detalle de última hora, apenas añade: “A mayor número de respuestas afirmativas, mayores niveles de riobambeñidad”. Sí, soy áspero, irónico, directo y frontal en mis juicios pero no por eso he de suscribir expresiones insultantes ni deprecativas como alguna que prefiero no transcribir: una cosa es el humor; otra, muy distinta, el irrumpir de un elefante en vidriera.
CUARTA: La versión publicada por La Prensa, con notable error de diagramación, recoge 42 preguntas, incluyendo entre ellas algunas que, personalmente, no suscribo, tal el caso de la número 31, la que alude a un ser humano que, en cuanto tal, considero, aunque, como personaje, me parece irrelevante: sin duda yo lo soy más aún pero no por eso me acoquino para decir lo que creo, siento o percibo, le duela a quien le duela.
FINALMENTE: Fácil habría sido hacerse el desentendido, pero, al serme ésa es una conducta impropia, he preferido dar la cara, como lo hago siempre. El texto original, con o sin aciertos, lo reitero, solo es un divertimento, un juego o un pasatiempo que bien puede enriquecerse, depurarse, perfeccionarse... o sencillamente archivarse, pero nada de eso sin que tercie al menos esta aclaración pensada para imponderables o glosadores que, prevalidos del anonimato o de un mal entendido sentido del humor, osen volver a desnaturalizarlo. Hasta pronto.

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